Hay tres películas españolas de las que un grupo de la industria viene hablando desde hace casi dos años, insistiendo en que levantarían la taquilla y crearían tendencia. Las tres tienen 4 características comunes: mucho ruido mediático antes de su estreno, su título solo contiene una palabra, no son de género pero se mueven entre varios y tienen alto presupuesto. Me refiero, claro a “Intruders”, “Eva” y “Verbo”.
Vistas las tres tienen otras características en común: guión flojo (en algunos casos muy flojo), tono frío (casi gélido) y resultados en taquilla muy por debajo de lo que ese grupo al que me refería al principio afirmaba con rotundidad de gurús.
“Verbo” tiene su peor enemigo en el guión. Una historia que va destinada al público juvenil y/o adolescente (habrá que ver como acoge ese colectivo la película). Donde una muchacha de 15 años se suicida porque no consigue entender el mundo en el que vive, siente una especial atracción por Lírico (un grafitero) y en una especie de matrix o mundo paralelo, deberá esforzarse por pasar 3 pruebas que le permitan volver a la vida. Contará con la ayuda de un grupo heterogéneo de grafiteros, entre ellos Lírico, que han pasado por esa circunstancia antes que ella. Todo acabará como era previsible en un ridículo happy end. La segunda oportunidad es un leiv motiv. Además está repleta de tópicos.
Todo el conjunto está repleto de rima y frases rimbombantes como si formarán parte de un rap. Hay unos excelentes dibujos animados pero que en la trama no aportan gran cosa.
Destaca positivamente el tema final del rapero Nach, que hace un brevísimo cameo, con música de Pascal Gaigne.
El debut del famoso cortometrajista Eduardo Chapero Jackson deja una sensación de inconsistencia y de lo que pudo haber sido si el guión tuviera más consistencia. Un guión imposible que intenta mezclar elementos de varias procedencias sin sentido, desde Alicia en el País de las Maravillas, hasta El séptimo sentido, pasando por Matrix o Don Quijote de la Mancha (una catástrofe la utilización que se hace de la genial novela de Miguel Cervantes Saavedra). El debut de Chapero es arriesgado, eso no se le puede negar, pero el resultado es muy deficiente.
La protagonista es la debutante Alba García a la que han dado un aspecto andrógino, hace lo que puede pero el texto no le ayuda en nada, de modo que no consigue destacar (en este aspecto la pequeña Claudia Vega es el gran acierto de “Eva”). Sorprende además que se potencie en los medios la imagen de Miguel Ángel Silvestre cuando su personaje no es muy protagónico. La dirección de actores es muy deficiente, llegan a deambular por la pantalla actores conocidos como Verónica Echegui, Víctor Clavijo, Manolo Solo, Najwa Nimri o Macarena Gómez.
José López Pérez
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